El Tangram es un juego de astucia en el que hay siete piezas (llamadas Tans) de diferentes formas y tamaños. Aunque hay muchas variantes del Tangram, el más conocido es el que adopta la forma de un cuadrado dividido en:
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1 cuadrado pequeño
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1 romboide
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5 triángulos: 2 grandes realizados con la diagonal del mismo tamaño, 2 más pequeños del mismo tamaño también ambos y un triángulo mediano.
¿Cuál es el origen del Tangram?
Es un juego de origen chino muy antiguo y cuyo objetivo es formar siluetas de figuras con las siete piezas.
Se trata de un rompecabezas que los chinos llamaron “tabla de la sabiduría” y “tabla de la sagacidad”, haciendo referencia a las cualidades que el juego requiere.
Usos y beneficios del Tangram
El uso del Tangram en psicología y psicopedagogía es evidente, ya que promueve el desarrollo de las capacidades intelectuales y psicomotrices de los niños, permitiendo a su vez, enlazar la manipulación concreta de materiales con la formación de ideas abstractas. Así, es se puede hacer uso del Tangram para desarrollar múltiples capacidades, las cuales, os citamos a continuación.
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Promueve el desarrollo de las capacidades psicomotrices e intelectuales.
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Facilita el aprendizaje de la geometría plana para niños
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Estimula la creatividad y contribuye a la formación de las ideas abstractas.
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Fomenta la orientación y estructuración espacial: aprender y relacionar unos objetos con otros en relación a la posición en la que están (arriba, abajo, izquierda y derecha).
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Desarrolla el conocimiento lógico-matemático: ayuda a realizar actividades relacionadas con ángulos, distancias, proporcionalidad, semejanza y movimientos.
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Permite entrenar la coordinación visomotora: coordinación ojo-mano.
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Mejora la atención: concentración y tiempos de atención sostenida para la realización de las figuras.
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Trabaja la percepción visual: interpretar y discriminar unos estímulos visuales de otros (diferentes figuras).
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Estimula la memoria visual: el niño debe observar el modelo y después reproducirlo poniendo a prueba y fomentando el desarrollo de la memorización.
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Entrena la percepción de figura y fondo: permite diferenciar entre la figura y la composición de sus partes.